Hace falta el “ya no empieces”.
Es mi culpa si me duermo tarde y no despierto.
Ya nadie cuida mi aliento
Ya no hay madre, porque simplemente no hay
Y lo siento
Porque ya no está
Ha muerto
Ya no hay comida fría de la que reniegue.
Ya no buscan mis momentos
los placeres,
Ya mis pecas se quedaron en el espejo
Ya desapareció el eco
del bochinche de mis guerras.
Ya se quedaron cortan mis cuerdas
ya no hay “hora que regreses”.
Ya no hay indiscreciones
Ni esfuerzos de vergüenza
Ya no hay orgullo, ni pena, ni correcciones
Hoy duermo más sola,
Que cuando dejé de dormir con ella
Porque ella no estará en la mesa
Ni en las reparticiones
Ni estará cuando yo regrese.
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