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OLANDE: el día que naciste, y el día que te fuiste

Hoy lloraremos juntos como debimos llorar hace tiempo, cuando en realidad ni tú ni yo estábamos vivos. Hoy seremos tristes, pero contentos porque somos barro del mismo río, por que se hizo carne tu hipotálamo al mío. Porque somos uno y somos dos mezclados, por que pensamos en nada; por que somos claros. Porque tu me domesticaste, por que yo te he domesticado. Seremos ambos el dilema del mundo. Nos odiaremos, nos adoraremos. Esperaremos juntos el orgasmo, el de la tristeza, el de mi cuento. Tendremos el privilegio de estar solos nos haremos el muro del ciego, Y seremos el orgullo del dichoso. No nos llamarán absurdos, nadie nos mirará sin respeto. Pobre de quien se atreva a llamarnos tontos, por que arrugaremos su lengua, le llenaremos de arena hasta que se queden mudos. Me volveré pulsera, te volverás anillo; seremos regalos de alambre o pabilo. Serás

CÁNTICO PARA EL MACHO

POR ESO, PORQUE ME CONMUEVE TU RECUERDO… PORQUE JAMÁS TE CONOCÍ, ALLÍ TE VA FLACO… TU NO AMIGA – “LA CHICA VAGINA” RAUDAMENTE FUI TU OLVIDO MAS YO A TI SI TE RECUERDO SOY YO, LA DEL AROMA FLUIDO, LA CHICA DEL NO SEXO. AL FIN ¿QUÉ SABES TÚ? ¿CÓMO PUEDES TÚ SABERLO? SI ERES CARNE DEL LEPROSO QUE HASTA TE OLVIDASTE DE LO HERMOSO Y ME REFIERO A MI, POR SI NO PUDISTE ENTENDERLO. MOSCA DE LA VID, ERES PUTREFACCIÓN DE MI ALMA, ESPUTO DE MI VIDA. TE ESCUPISTE DE MI ALMOHADA, DE MI SABANAS REMENDADAS, DE MI VAGINA. ¿CÓMO DESCRIBIRTE?.... ¡AH! CLARO, TIENES EL ORGULLO PEQUEÑO A VECES NO RECUERDO PORQUE TANTO ODIO… ¡ESPERA, LO RECUERDO! ES QUE TE JACTASTE DE HACER FELICES MIS ENEROS…. ¡MALDITO! CONMIGO TE HAS JODIDO YA NO FORMAS PARTE DE ESTE CREDO PORQUE EN LA CAMA… NO HAZ HECHO NADA QUE NO HAYA PODIDO MI DEDO NI TE ACERCASTE UN POQUITO AL CAMINO. MACHO…¿TÚ?, SI TU NO ERES NADA Y SOLO PARA QUE TE ENTERES HAY, HABRÁN Y SEGUIRÁN MEJORES QUE TÚ QUE SE DERRAMEN EN MI CAMA.

Un Quinceañero inolvidable

En medio del caos interno de las tareas del trabajo y dentro de las casualidades de la vida en ella, sonó en la radio (con la única emisora captada con claridad) "Tiempo de vals". Chayanne trajo consigo mi vestido azul, mis quince años, mi lágrima frustrada y al mejor papá del mundo, mi abuelo. Allí evoqué mil veces la única imagen que tengo de él: sentado en el sillón de siempre con los brazos a un lado, con ese reloj plateado que resaltaba en su mano gigante y esos cachetes grandes de bull dog. Serio mi Ignacio querido con su chompita marrón y su panza puntiaguda. Y veo a mi preciosa Emiliana, su esposa, cocinando y renegando - casi no quedan rezagos de ella en lo que es ahora - pero allí está ella haciendo arroz con pollo en una olla gigante para "cuchumil" personas. Ella anuncia briosa que piensa morirse muy pronto y que "Ya van a ver que cosa es bueno" cuando ella no esté.  Es entonces que el destino me llama y entro como siempre a tratar

VIOLENCIA CONSENTIDA

Al finalizar el problema, la víctima no me daba pena, sino vergüenza. Salía de mi casa con un amigo en buscar algo de alcohol para variar. Era viernes por la noche, de las primeras vacaciones después de tres años. Íbamos lentos y misios cuando un chillido nos cerró el paso en la calle y nos sacó de cuadro. Era un wolsvagen amarillento que zigzagueaba en la pista de una manera más que irresponsable. Para amenizar el cuadro, además del sonido irritante, se escucharon alaridos preocupantes que salían del auto. En medio del stand up masivo, una de las puertas del auto se abrió y medio torso de una mujer desafiaba la gravedad e intentaba a todas cuentas salir del auto en movimiento mientras pedía ayuda a gritos. Seguí caminando en compañía de toda la gente, “caleta no más” aceleraron todos el paso. De pronto el auto amarillo se estacionó bruscamente a un lado de la pista. De el se bajo una flaquita de unos 25 años quién corrió hacia cualquier lado como quien huye del diablo.

CASCARÓN VACIO

Cuando se ha destruido dos vidas de un solo cuerpo las noches de ternura se hacen impacientes. Porque respirar el aire que el no respira, es un infierno, porque tocar un mundo que el no toca, se hace una manía inconcebible. Vivir la vida que el no vive te lastima durante su ausencia y deseas con el alma, no estar viva ni en ese momento. En aquellas mujeres el cuerpo cambia inevitablemente y la idiocia decisión, deja de ser un remordimiento para hacerse una eterna herida de carne extraída. Su vacio se marchita, pero vive algunas veces. Observan otras crías con profunda amargura y desdenan sus vidas por una suerte de dolor hipócrita. Acarician a tientas la vida que no fue vida porque antes de hacer arje, se hizo exequias de un momento, de un ser, y aunque no esté segura, también de si misma.

¿CUÁNDO LLEGA EL VIERNES?

  Deseo. Deseos de que sea viernes. Deseos de caerme entre tus piernas, de rebotar en tus latidos. Ganas de unir con líneas tus lunares, de que encuentres los míos… Ansias de que me encuentres caminos… de que me guíes. Ganas. De que enciendas lugares que no se han encendido. Deseo. Porque necesito tu fuerza y tus cimientos ¡Cógeme! ...que me caigo lento. Ánclate en mí Voy a liberarte de tus esfuerzos de silencio ...mantente firme… ¡sostén mis paredes! Déjame agitar tu respiración paciente Y dime con tu viento… ¿Cuándo llega el viernes? Quiero. Yo quiero verte… Te quiero… Con el mentón en punta, Con la cara al techo y tu alma abierta Con tu presión pierna a pierna ¿Cuando llega el viernes?

CRONOLOGÍA...

Día 9: Mi teléfono tiene nueve rajaduras casi invisibles. Estas grietas malditas son capaces de almacenar pequeñas cantidades de agua. Agua que sale de mi cara casi por gravedad. Agua que sale de mis ojos como un  pozo lleno de pena que brota porque no hay quien lo aguante. No hay llamadas, ni perdón ni nada. Sólo queda esperanza y ganas de sentir su voz. Hay arrepentimiento y otra vez esperanza de que los días le hagan entrar en razón y entonces aquella pausa de la que tanto hablaba, sea realmente eso, un recreo que lo que se supone es nuestro amor. La esperanza me mantiene viva, no hay otra cosa. La esperanza me deja despertar y seguir y el trabajo me permite estar viva el día, pero llegada la noche, reconozco las formas que nunca habia percatado en mi teléfono y por más que lo miro, nada. Día 57: Ese sonido es tétrico. Hoy las colas de mis perros chocan con mis cosas en silencio y sin llantos, porque ya no llega él. Esas colas desesperadas retumban en