Hoy lloraremos juntos como debimos llorar hace tiempo, cuando en realidad ni tú ni yo estábamos vivos. Hoy seremos tristes, pero contentos porque somos barro del mismo río, por que se hizo carne tu hipotálamo al mío. Porque somos uno y somos dos mezclados, por que pensamos en nada; por que somos claros. Porque tu me domesticaste, por que yo te he domesticado. Seremos ambos el dilema del mundo. Nos odiaremos, nos adoraremos. Esperaremos juntos el orgasmo, el de la tristeza, el de mi cuento. Tendremos el privilegio de estar solos nos haremos el muro del ciego, Y seremos el orgullo del dichoso. No nos llamarán absurdos, nadie nos mirará sin respeto. Pobre de quien se atreva a llamarnos tontos, por que arrugaremos su lengua, le llenaremos de arena hasta que se queden mudos. Me volveré pulsera, te volverás anillo; seremos regalos de alambre o pabilo. Serás